domingo, 2 de abril de 2017

¿Qué hacer?

La situación político/social actual de nuestro país es precaria, incierta y temeraria, en un contexto complejo lleno de zozobra y represión, al no existir en lo mas mínimo una estabilidad jurídica, ni mucho menos social, un país sumido en la violencia, caracterizado por ser un constante violador de derechos humanos, y donde mueren mas seres humanos que en un país en guerra declarada.

Me llena de profunda preocupación que gran parte de la población hondureña sea apática, desinteresada, inconciente e indiferente a toda desgracia particular y colectiva, cuando un país está casi sumido en las llamas y en donde la clase política tradicional ha regalado nuestros recursos naturales, nuestra dignidad, nuestro honor, siendo algo común el violar la Constitución una y otra vez desmedidamente y sin ningún respeto al soberano. Realmente al final no se quien será mas culpable si el agresor o el agredido, porque quien no lucha por sus derechos no tiene derecho a merecerlo.

Es indignante que el destino de nuestro país se resuma en un día de "elección popular" cuando al final es lo menos que sucede ya que como siempre los malos hondureños se apoderan de las estructuras frágiles del sistema y al final son los que terminan eligiendo quien o quienes gobiernan y quien es el más "popular" o "impopular".

Tuve la experiencia de participar en el recién pasado proceso electoral interno del país, y pude darme cuenta de lo frágil e inseguro que es el sistema electoral nacional, en donde los económicamente poderosos pueden hacer ese día prácticamente lo que quieran y como quieran, ya que el proceso y la normativa nacional lo permiten.

Muchas cosas ocurridas en el proceso interno eran de esperarse y afortunadamente nada procedimentalmente me sorprendió, lo que si realmente me "sacudió" fue el gran fervor de la base, del pueblo pueblo que todavía cree en un proyecto de país y que esta dispuesto a dar el todo por el todo. Luego de finalizado el proceso existieron muchos desencantos, amarguras y sin sabores, muy distintos al proceso interno pasado, por el contexto actual que vivimos, lo que creo que muchos "dinosaurios calculadores" no contaban que ocurriría.
Hoy por hoy no se trata de llorar sobre leche derramada, pero si de tener conciencia que nos guste o no, la construcción de una alianza opositora no es tarea fácil, primero por la debilidad partidaria que nos dejo el proceso interno y segundo por la gran maquinaria oficialista que tiene el control de absolutamente todo (ilegítimamente) en el país.

No me cansaré de decirlo: mientras no exista seguridad jurídica en Honduras JAMÁS caminaremos hacia el desarrollo ni a la justicia social, mientras no exista una despolitización partidaria de nuestros entes encargados de impartir justicia, no avanzaremos JAMÁS, al final todo se trata de una normativa jurídica que mande, prohíba o permita.

Después de profundos análisis, reflexiones y tertulias me sigo haciendo unas innegables preguntas: ¿qué hacer? ¿Sera conveniente participar en un proceso electoral general bajo las mismas reglas? ¿Aceptaremos la clara violación constitucional del actual gobernante? ¿Cumpliremos con nuestra obligación soberana contemplada en el articulo 3 de nuestra norma primaria? ¿Dejaremos que pase lo que tenga que pasar? ¿Esperaremos que la sociedad y el sistema injusto bajo el que vivimos nos de las respuestas? ¿Seguiremos la revolución por las redes sociales?.... no terminaría hoy con tantas preguntas y tan pocas respuestas... en lo particular yo ya tengo mis respuestas y diario a diario las hago valer con mis acciones pero no es suficiente......¿Usted tiene las suyas ?

Abog. Samuel Inestroza

No hay comentarios.:

Publicar un comentario