jueves, 9 de julio de 2015




LA HONDURAS INDIGNADA


Honduras nuevamente llega a un momento decisivo y trascendental en su historia como país, una nación en donde los gobernantes y funcionarios a lo largo de los años han demostrado su total incapacidad e ineptitud para representar y dirigir dignamente los destinos de la ciudadanía, principalmente el actual régimen al cual se le atribuyen las atrocidades de corrupción más descaradas de los últimos años, con una institucionalidad fracasada, orillando al país a tener los índices mundiales más elevados de miseria, inseguridad y corrupción, abriendo mas y mas la brecha entre clases sociales, existiendo una inhumana distribución de las riquezas.


A raíz del golpe de estado en el año 2009 gran parte de la población logró quitarse la venda de los ojos, comprendiendo la cruda realidad, y desnudando a los enemigos de la sociedad, grupos de poder que nos han sometido por décadas, lo que nos obligó a convertir las calles en un campo de batalla popular, llenos de indignación, protestando constantemente con ideas y afrontando la feroz represión estatal. Fuimos y seguimos siendo muchos los indignados que a través de los años nos hemos sumado a una larga y frontal lucha contra la corrupción, contra las desigualdades sociales y contra la injusticia, exigiendo los más preciados y fundamentales derechos humanos que nos dignifican como personas.


Hoy en día las grandes atrocidades gubernamentales no solo tocaron la puerta de las clases más desposeídas como siempre, sino que esta vez llegaron a la conciencia de millones de Hondureños sin importar su clase social o su estatus económico, dejando de ser indiferentes a la realidad nacional, convirtiéndose en una masa popular que comprendió que el sistema económico y las equivocadas decisiones de un gobierno no afectan solo a las clases más desposeídas sino que ha todas las personas que habitamos en el territorio nacional, sin distinción de ningún tipo, llegando a un punto de inflexión toral, que abono para el despertar del pueblo.


Hoy estamos ante un partido político casi en extinción que gobierna antojadizamente las arcas del estado, admitiendo estar involucrado en uno de los actos de corrupción más significativos de nuestros país al asaltar un derecho sagrado de todo ser humano : el derecho a una salud pública y de calidad, utilizando dichos fondos para financiar sus campañas políticas.


Dicha situación ha desencadenado en el pueblo una rabia y una profunda impotencia al conocer los descarados y cínicos actos de corrupción que afectan absolutamente a toda la población.


Todas las calles y rincones de Honduras semana a semana se encienden bajo consignas y pancartas que exigen de una vez por todas que Honduras tenga un nuevo rumbo, una nueva estructura institucional con verdaderos resultados, con cero impunidad y ya no más corrupción.


El clamor popular y el uso de nuestra facultad inherente como ciudadanos dentro de un territorio de ejercer nuestro poder soberano, hoy más que nunca se hace sentir, y demuestra que ante un gobierno fallido e incompetente, todos los controles del poder regresan nuevamente al pueblo, ya que fue el soberano quien delegó a una figura presidencial el poder gubernamental temporal y al no funcionar este por estar corroído por la descarada he inmunda corrupción, el pueblo nuevamente toma el poder que nace de él mismo.


Honduras no es la misma y los sectores sociales que la componen han jugado un papel trascendental en la vida política y social del país, lo que nos llena de esperanza y nos obliga a luchar por nuestra patria y a continuar alzando la voz.... hoy somos ante el mundo la Honduras Indignada. 

Abog. Samuel Inestroza

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